Superación

Había un pueblo rodeado de montañas, que sus habitantes se
quedaban incomunicados, cuando caían las primeras nieves.

Los inviernos se hacían especialmente largos, por la falta de
provisiones, medicamentos y otras materias de primera necesidad,
provenientes de otras regiones, ya que el único puerto de
acceso, era intransitable en los meses de mal tiempo.

Ante la imperante necesidad, hubo un anciano que tuvo la
idea de hacer un túnel con una pequeña azada, cosa que al principio
pareció descabellada, sobre todo para los más jóvenes, que
se rieron de él:

—¿Cómo vas a hacer un túnel? Con esa pequeña herramienta,
tú que eres débil.

Y el anciano respondió:

—Yo quizás no lo vea, pero todos los días horadaré un pequeño
trozo de la montaña, que será el comienzo del túnel, y detrás
de mi vendrán otros que seguirán mi trabajo, hasta que el túnel
esté terminado.

Continuaron mofándose durante un tiempo del anciano, hasta
que consiguió hacer una pequeña oquedad, en la que cabía él
mismo. Entonces los habitantes ilusionados con la posibilidad de
llevar a cabo el sueño, comenzaron a ayudarle, y tras varias generaciones, finalmente el túnel estuvo acabado, decidiendo por
unanimidad, ponerle el nombre del anciano.

Moraleja: De todas las cosas que llevan puestas las personas, la actitud es la más importante (anónimo).

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